sábado, 20 de marzo de 2010


Hoy aprendí que hay que ser sincero, si no hay amor no digas te quiero Yo lo aprendí entre tanto daño, nunca me amo y decía te amo.


más allá de lo correcto, rozando lo perfecto.


La real academia define la palabra imposible como algo que no tiene facultad ni medios para llegar a ser o suceder. Y define improbable como algo inverosímil que no se funda en una razón prudente. Puestos a escoger, a mi me gusta más la improbabilidad que la imposibilidad, como a todo el mundo supongo. La improbabilidad duele menos, y deja un resquicio a la esperanza, la ética.Que David ganara a Goliat, era improbable, pero sucedió.Un afro-americano habitando la casa blanca, era improbable, pero sucedió.Que los varones rojos volvieran a tocar juntos era improbable, pero también sucedió.Nadal desbancando del numero uno a Federer.Una periodista convertida en princesa.El 12-1 contra Malta.El amor, las relaciones, los sentimientos… no se fundan en una razón prudente, por eso no me gusta hablar de amores imposibles, sino de amores improbables. Porque lo improbable es, por definición, probable. Lo que es casi seguro que no pase es que puede pasar. Y mientras haya una posibilidad, media posibilidad entre mil millones de que pase, vale la pena intentarlo.

viernes, 19 de marzo de 2010


» Haz lo que quieras, lo que te salga del alma, del pie, del corazón, de dónde sea pero hazlo. No quiero que llegues a vieja y te pese más lo que no hiciste, y te pese tanto, tanto como un elefante ¿entiendes lo que te digo? Equivócate, mete la pata, jódelo todo, vuelve a construirlo, pídele una cita al frutero, compra un billete de avión sin retorno, duerme en un portal, haz el ridículo, deja que te rompan el corazón, vive en una comuna hippie, abre un sex shop, déjalo todo por un sueño, ¡vive! «

lunes, 15 de marzo de 2010


Mas te vale que a mi no me quieras convencer, con esa carita de galán de feria, con esas promesas que parecen serias; no te hagas el tonto escúchame. No me digas que pretendes ser mi amante, yo no necesito ningún vigilante; para ti yo soy mucha mujer.